18AG/2.1

 

Asamblea  General de Caritas Internationalis

Sesión inaugural, domingo 3 de junio de 2007

Apertura a cargo de  Denis Viénot

 

 

 

            Queridos  Amigos:      

Nos hemos reunido aquí, en este Aula del Sínodo, un lugar repleto de símbolos, en el corazón de la Ciudad del Vaticano, corazón de la Iglesia universal. Y me siento especialmente feliz de recibirles en este lugar donde, tradicionalmente se celebran los Sínodos, pero también reuniones de Cardenales antes del Cónclave y la elección del Papa y, en el mes de enero de 2006, aquí se celebró el Congreso de Cor Unum sobre la Caridad, precisamente poco antes de la publicación de la encíclica Deus caritas est.  

            Mi primer pensamiento se dirige a nuestro anterior Presidente, Monseñor Yoanna Fouad El Hage, que habíamos elegido precisamente hace cuatro años, y que murió en el mes de mayo de 2005. Éramos muchos los que nos encontramos en Trípoli  para participar en sus exequias. La extraordinaria influencia de este hombre se percibía en todas las calles y en cualquier parte se encontraba fijada su fotografía, en la que destacaba su gran vestimenta de arzobispo maronita. 

            Habíamos trabajado juntos en el marco de Caritas Líbano, que él quería ver comprometida, con sus miles  de voluntarios, en la promoción y desarrollo de todos los hombres y mujeres, a pesar del contexto de emergencia, a causa de la guerra. El Presidente, que nosotros habíamos elegido por vez primera en 1999, nos ha dejado en herencia su riqueza pastoral al servicio de todas las Caritas. Actor determinante del proceso  de planificación estratégica de Caritas Internationalis, a todos nos ha animado con sabiduría, clarividencia y humor hacia nuevos compromisos, en los campos de la incidencia, la construcción de la paz, y las relaciones con la Santa Sede. Compromisos arraigados en el humus de la Caridad,  que la encíclica Deus caritas est,  de Benedicto XVI, ha revalorizado dignamente. Estos compromisos, que  Monseñor  Fouad El-Hage ha impulsado, he tratado de continuarlos yo con la firme voluntad  de desarrollarlos y adaptarlos a la evolución del mundo. Durante los seis años que desempeñó el cargo de Presidente de nuestra Confederación, Monseñor El-Hage abrió el camino a una política  que privilegia la restablecimiento de la paz y la reconciliación, a través del diálogo interreligioso. Por este motivo, estoy convencido de que sería muy feliz por la elección del tema de esta Asamblea: «Testigos de la caridad para construir la paz».

La solución de los conflictos y la construcción de una paz duradera forman parte de los grandes desafíos que el mundo nos plantea hoy. Nuestra red está decidida a integrar la construcción de paz y la reconciliación en todas las  acciones de ayuda, desarrollo y servicio social. Y todo esto dentro de un enfoque global, que tienda a eliminar la pobreza, atacando las causas profundas de las divisiones étnicas y religiosas. Este tema de la paz  no se puede separar de la acción de incidencia, para fomentar reformas políticas y económicas que sean útiles a los pobres del mundo. 

 

 

            En este contexto,  los objetivos que propone nuestra Asamblea son cuatro:

 

- Elaborar y aprobar nuestras prioridades estratégicas. Estas son las propuestas:

·        intervenir en las situaciones de emergencia y desarrollar, durante las mismas, el trabajo coordinado con espíritu de cooperación solidaria;      

·        promover el desarrollo humano integral;

·        participar en la construcción de la paz;

·        adaptar las estructuras, los modos de funcionamiento y la financiación.

-  Votar un plan presupuestario.

-  Elegir a un Presidente, un Secretario General y un Tesorero.

- Finalmente, ratificar los Presidentes de las regiones, que al mismo tiempo son miembros del Buró,  y los nuevos miembros del Comité Ejecutivo.

 

            Estos objetivos desembocarán en cambios, en temas nuevos o renovados, en  imaginar modos de trabajar, por ejemplo en el campo de la acción de incidencia y  comunicaciones. Pero también en nuestra estrategia  financiera y la relevancia del papel de las regiones. Para resumir el trabajo que debemos realizar durante esta semana, he elegido una palabra: desafío.              

            En realidad, esta Asamblea es un desafío: el desafío de crear un marco estratégico y pensar en su financiación, lo que traerá consigo cambios que serán realizados por un nuevo equipo. 

           

***

 

            La inauguración de nuestra Asamblea General  es la ocasión para que me detenga  en dos elementos particulares. Uno se refiere al G8, y otro a Palestina, que trataré más brevemente, ya que lo trato en el Informe del Presidente.        

 

            Esta semana, del 6 al 8 de junio, Alemania organiza la reunión de los G8.

            Caritas y CIDSE han unido sus fuerzas en una campaña común con motivo de esta reunión. Caritas presta una atención especial a los objetivos  de desarrollo del milenio:

·        a la reducción de la pobreza y del hambre;

·        a la igualdad de los sexos y a la autonomía de las mujeres;

·        a la lucha contra el SIDA, el paludismo y otras enfermedades;

·        la actuación de una colaboración solidaria mundial para el desarrollo. 

 

Ahora bien, si el informe de 2006 de la ONU presenta algunos progresos, subraya, sin embargo, las limitaciones.  Pongamos algunos ejemplos:

 

 

 

 

 

·En nuestro último comunicado de prensa sobre la reunión del G8, hemos pedido:

 

El Papa Benedicto XVI ha hecho público un intercambio de mensajes con la Sra. Angela Merkel, Canciller de Alemania; y en ellos recuerda las prioridades de la Iglesia  en materia  de lucha contra la pobreza en el mundo. Y escribe: “El objetivo de eliminar  la extrema pobreza antes de 2015 en el planeta, es una de las mayores obligaciones de nuestro tiempo”.

En vuestros dossiers encontraréis una tarjeta postal, una llamada a apoyar este enfoque. Os agradecemos que la firméis, si lo deseáis, y que la entreguéis al final de esta sesión.

 

 

Esta primera semana del mes de junio se cumple el 40 aniversario de la guerra de los 6 días y del inicio de la ocupación de Palestina. En Pascua de 2007, Monseñor  Michel Sabbah, Patriarca latino de Jerusalén declaró: “En sí mismo el asunto es sencillo: dos pueblos están en guerra, uno contra otro, y uno ocupa la casa del otro. Para decirlo con sencillez: la solución consiste en que cada uno viva en su casa: los Israelíes en las suyas, y los Palestinos en las suyas”.        

 

***

 

Deseo a todos los agentes de Caritas, aquí presentes, una excelente semana de trabajo, porque una Asamblea General de Caritas Internationalis es un tiempo de democracia, de reflexión, de oración y de intercambios, que se concluirá con las decisiones para los próximos cuatro años.

Como dice la oración, que se ha preparado especialmente  para esta Asamblea, nuestra reunión es “un foro privilegiado para leer los signos de los tiempos y transformar los desafíos de nuestra misión en acciones concretas, que anuncien la buena nueva a los pobres”.

 

Gracias a todos aquellos que han organizado esta semana y su contenido.

Gracias particulares a aquellos participantes que han tenido que realizar un largo viaje para llegar a Roma.

Gracias a todos vosotros, que os habéis  visto obligados a organizaros, profesional y familiarmente, para poder estar aquí presentes.

A todos vosotros, deseo una buena semana de trabajo y de amistad.